Ahora los científicos canadienses Paul Weinzweig y Pauline Zalitzki, mediante el uso de un robot sumergibleconfirmaron su existencia a una profundidad de 700 metros y cerca de las costas de Cuba.
Allí duermen con sus profundos secretos las ruinas de una gigantesca ciudad hundida, probablemente parte del mítico continente perdido de Atlántida.
Si bien los científicos que protagonizaron el hallazgo están investigando el lugar desde hace 10 años, recién ahora les fué posible conseguir financiación para introducir un robot teledirigido y sumergible, el cual descubrió al menos cuatro pirámides gigantes, una de ellas de cristal, como ya lo habían testificado previamente otros exploradores, majestuosas esfinges y un idioma grabado en piedras de cientos de toneladas. Pauline Zalitzki afirma que el complejo no es obra de la naturaleza ” a menos que sea un milagro”.
A lo largo de decenios, este mito ha servido de inspiración para numerosas obras literarias, musicales y cinematográficas, especialmente historias de ciencia-ficción
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